La piel necesita estar limpia para poder respirar. Sin embargo, una excesiva higiene puede causar trastornos que perjudican el normal funcionamiento de nuestra piel.
Con una limpieza adecuada se eliminan:
Residuos de maquillaje, sudor, polvo y otros contaminantes en el ambiente, aceites naturales segregados por la piel y células muertas.
Sin embargo el exceso de limpieza disminuye las defensas de nuestra piel, la irrita y la expone a los efectos de los agentes agresivos como el sol, la polución y las infecciones. En nuestra piel viven millones de bacterias que nuestro organismo necesita para mantener la piel sana y una limpieza excesiva puede mermar también la actividad de estas bacterias.
Limpiarse la cara dos veces al día es lo adecuado. Más de dos veces no es recomendable y para ello hay que elegir el producto adecuado para cada tipo de piel. Pieles secas, grasas, sensibles y delicadas… Cada crema esta estudiada para las necesidades de cada persona y nosotros te ayudamos a descubrir cual es la adecuada para ti.